La Casa Blanca anunció este martes un nuevo arancel del 245% a las exportaciones chinas hacia Estados Unidos (EE.UU.), en una medida que agrava el conflicto económico entre ambas potencias.
La administración de Donald Trump justificó la decisión como respuesta a las represalias de Beijing, que la semana pasada suspendió envíos de minerales raros e imanes, clave para industrias estratégicas.
China cortó el suministro de estos materiales, vitales para sectores como el automotriz, aeroespacial y de defensa, afectando no solo a EE.UU. sino a empresas tecnológicas a nivel mundial.
Trump admitió que la dependencia de minerales extranjeros pone en riesgo la seguridad nacional y la innovación estadounidense. La Casa Blanca alertó sobre la vulnerabilidad de su economía ante «interrupciones en la cadena de suministro».
Mientras tanto, la economía china solo crece y reportó un crecimiento del 5,4% en el primer trimestre. Este miércoles, Xi Jinping designó a Li Chenggang como nuevo negociador comercial con EE.UU., en reemplazo de Wang Shouwen.